sábado, 10 de septiembre de 2011

"EL ÍNDICE DE RECONOCIMIENTO": FILOSOFÍA Y MARKETING


"A lo largo de los siglos no ha habido una palabra consistente para referirse al fenómeno psicológico del "deseo de reconocimiento"; Platón hablaba de thymos o "espiritualidad"; Maquiavelo, del deseo humano de gloria; Hobbes, de orgullo o vanagloria; Rousseau, de amour propre; Alexander Hamilton, de amor a la fama, y James Madison de ambición; Hegel, de reconicimiento, y Nietzsche, de la "bestia con mejillas sonrosadas". Todos estos términos se refieren a la parte del hombre que siente la necesidad de dar un valor a las cosas, a uno mismo en primer lugar, pero también a los otros hombres, a las acciones y a los objetos que nos rodean. Esta parte de la personalidad es la fuente fundamental de las emociones de orgullo, ira y vergüenza, y no puede reducirse al deseo, por un lado, ni a la razón, por el otro". (Fukuyama, 1992. En: "El fin de la historia y el último hombre").
El "reconocimiento" como se ve se relaciona con la necesidad del hombre de dar valor a las cosas, y en primer lugar a uno mismo y a sus semejantes.
¿Cuántas empresas práctican el ejercicio de dar a sus clientes y consumidores verdadero "reconocimiento"? ¿Con cuántos productos, servicios, empresas, se ve usted "reconocido" por estas? 
Estas dos preguntas son cuestiones clave en el marketing actual. De hecho se recomienda, desde este blog,  la creación de un "Índice de Reconocimiento" (IdR) para medir "cómo" y en "qué" magnitud, su empresa y marca entrega, en cada punto de contacto con el cliente, porciones cada vez mayores de reconocimiento a sus clientes. 
Dado el escaso respeto, que la mayor parte de las empresas muestran por sus clientes y consumidores, convertidos en general en "entes estúpidos con euros", a los que se presume fácil de manipular (no hay mas que ver la publicidad y otros instrumentos del marketing actual), el "reconocimiento" puede ser un factor  de posicionamiento, y una ventaja diferencial muy apreciada por los clientes.
Así pues, se puede hacer "marketing humano" o "marketing filosófico", y dar a los clientes el máximo nivel de "reconocimiento", de thymos, de gloria, de orgullo, de vanagloria, de amour propre, de fama, de ambición,..., en definitiva de ¡reconicimiento! 
Hay que hacer trabajar al marketing actual de su empresa, para crear planes que den  "reconicimiento" a los clientes. Y claro, medir, medir, medir... la evolución de su "Índice de Reconocimiento".
Por lo visto, Platón, Hegel, etc., nos pueden enseñar mucho de marketing.

Luis Mª García Bobadilla
Profesor Universidad Rey Juan Carlos (Madrid)
Co-fundador de la NOEmpresa www.venderomorir.com
Ver en este Blog el "Manifiesto de la NOEmpresa".
Autor del libro “+Ventas” (4ª edición). Editorial Esic.

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